Ni la trayectoria de ambos, ni los resultados de otros años, ni el factor cancha, ni las bajas...Ninguna de estas referencias, u otras que ustedes quieran añadir, decidieron el derbi. En juego...algo mas de tres puntos. 
Es diferente, tanto en el antes...como en el despues.
 EL ANTES, en su semana previa, seguro que resultó angustioso. Se vivió con inquietud, con nervios, con tensión, con mucho run-run callejero.
 EL DESPUÉS, en unas semanas posteriores, puede llegar a ser significativo. Va a dejar secuelas sicológicas en el perdedor. Va a dejar la sanción, por expulsiones INJUSTAS y ESTRICTAS, de dos jugadores - Oliver Alamo e Iván Martín - y el entrenador - Patricio de Ara - por el Mensajero, mas al lateral del Tenisca, Alex Sánchez. Va a dejar un pozo de felicidad en el vencedor, el cual, además, obtiene una motivación extra de cara al futuro inmediato....
 ¿Y QUE PASÓ EN EL DESARROLLO?
Pues que tuvo el color, el ambiente, el aroma popio del mejor, genuino, y unico DERBI de Canarias. No compren milongas, los TENERIFE - LAS PALMAS solo son encuentros de rivalidad regional.
Despues pasó que el Tenisca propuso un encuentro con diferentes matices tácticos durante el mismo, pero sin fiarse, en ningun momento, de un MENSAJERO que contrapuso carácter, ambición, espíritu, y mucho respeto por su rival, si, pero con máximo convencimiento en sus posibilidades.
Ambos técnicos llegaron al encuentro con la lección muy bien aprendida. Eran conscientes que el éxito pasaba por dominar el eje central.
Así, Javier Vales empezó encomendando el equilibrio a Silvano, la maniobrabilidad a Rayco, y las permutas constantes de posición entre Adrián y Juanda. Todo, con la idea de llevar a la práctica sus "terroríficas" transiciones de ataque en la figura de Dani López por la derecha y Memo en el estilete.
Patricio de Ara les anteponía a su paisano Rayco (inmenso en la primera mitad) e Ivan Martín por el centro, Carlos Tutu y Fuli a sus costados derecho e izquierdo, respectivamente, mas Robayna como enganche de Diego. El propósito era claro: había que anular la fluidez en el manejo del maestro-merengue Rayco.
Estando aún en la fase de tanteo, el Tenisca golpeó muy fuerte. Error de Fuli al intentar driblar en un sitio "minado", pérdida del balón, centro envenenado de Dani López, y Orlando se la "mete" sin querer a Marcos.
Las cosas se le ponían franca a los locales. Se juntaron, no le hicieron ascos al cuerpo a cuerpo, salían al contragolpe, y pudieron matar el partido, con veinticinco minutos jugados, si Memo no falla de manera garrafal, más solo que la una, ante el portero "conejero".
Para entonces, ya habían empezado los matices de orden técnico. Patricio intercambió las posiciones de Fuli y Manu.
El primero, de fútbol mas estatico, pasó al lateral, mientras el segundo, todo vivacidad y dinamismo, ocupaba su posición por delante. A aquel - Fuli -, le acompañaban en defensa, Fede (coloso competitivo), Orlando y Carlos Martín.
Los rojinegros tuvieron claro que tenían que dar un paso hacia adelante. El temor a la irrupción atacante de su rival no podía condenarles. Ello así, terminaron la primera mitad teniendo mas arrestos, vigor, caracter y....hasta buen criterio. Y todo ello, para intentar superar al cuarteto defensivo tenisquista compuesto por Alex Sánchez, Oliver Santana, Adonay y Cabrera.
La sensación era que si empataban no resultaba injusto.
Javier Vales lo palpó.
Dejó en la caseta a Adrián Gutiérrez y lo intercambió por Jefrey. El propósito era contraponer el medio campo rival con el doble pivote formado por el recien entrado, más Silvano. Rayco, quedaba de enganche en la linea que completaban Juanda y Dani López, antecediendo a Memo.
 Los tenisquistas no tuvieron tiempo de sacar provecho a su nuevo posicionamiento. Apenas pasaban cinco minutos de la segunda mitad, el gomero Diego se lleva un balón desde propio campo e, incompresiblemente, lo dejan avanzar. Sube, sube, le sale al paso Oliver Santana, con posibilidades claras de solventar la situación, pero...resbala lo suficiente como para permitir al mensajerista encarar al otro Oliver y...empatar el encuentro. Invasión de rojinegros en la celebración.
Superada la frustración, el entrenador local volvió a "matizar". Entra Simón, sale Juanda. El recién se coloca a la derecha del medio campo; Cabrera avanza su posición; minimiza la defensa a Alex Sánchez, Oliver y Adonay, a los que ayudan en caso de necesidad los medios volantes; Rayco sigue teniendo libertad para manejar; Memo y Dani López se colocan como claros estandartes atacantes.
Los tenisquistas pasaron a dominar. No es que tuvieran posiciones largas de balón, no, pero si se notaba su superioridad de equipo con jerarquía. El Mensajero aguantaba como podía. Su defensa se multiplicaba; Ivan Martín pedía instrucciones...Patricio se las daba - "juntense..."gritaba -, al tiempo que movía el banquillo. Joél y Alamo ocuparon las posiciones de Diego y Manu, con el objeto de refrescar la presión de salida local.
A falta de diez minutos, la defensa local se la puso a Joel como se la ponían a Fernando VII, y Oliver lo rectificó. Ahí pudo ganar el Mensa.
A continuación, la ocasión fue para Dani López. Marcos Machín no quiso ser menos que su homónimo. Y cuando parecía que el empate iba a premiar el trabajo de ámbos, en tiempo de descuento, el colegiado se "inventó" - o eso me pareció en el otro lado del campo -  una falta lateral favorable a los locales. Rayco la "envenenó", y Memo la "peinó" pa dentro.
Invasión merengue de alegría, actitudes hostíles de algún descerebrado ebrio sobre el banquillo rojinegro y...final del encuentro.
RESUMIENDO....El Tenisca no es que hiciera el partido del siglo. No. Pero ganó con la casta y prestancia de líder, y eso es lo que importa. Encima, sacó una buena pasta en taquilla.
El Mensajero, en el camino de seguir puliendo ciertas taras, dejó buenas sensaciones. No obstante, ¡ojo!, a Alfredo hay que recuperarlo para la causa, y...él, tiene que dejarse recuperar.
El ARBITRO, "Arisco", perdón, Ariel Jorge González Sicilia, no pasó desapercibido. No puede. No quiso. Su antipática, egocéntrica y arrogante personalidad como juez deportivo no se lo permite. Castigó con expulsión, de forma injusta y rigurosa, un rifirrafe, saldable con amarilla, de Alex y Alamo - solo se deseaban feliz domingo...que yo los oí -, así como al entrenador visitante, por un quitame allá esas pajas en la protesta. 
Vencieron los blancos...
Ganó el fútbol, ¡VIVA EL DERBI! ¡GLORIA AL TENISCA! ¡DA GUSTO SER DEL MENSAJERO! 
J.H.
 
 
 
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