Volvamos al principio. Una incongruencia estrategica, al no parar el partido con "caiditas" y balones al barranquillo cercano...para dar tiempo al calentamiento y posterior entrada de Alfredo por el lesionado Carlos Martín, propició que Cristo Marrero le ganara la espalda al mirquero y, este, por la inercia del fútbol, le hiziera penalty y viera la roja. Patricio trató de equilibrar el equipo con un 4-4-1. Fuli pasó a ser central zurdo, Manu lateral de ese mismo lado, continuó con los mismos pivotes, Robayna y Kevin los secundaban a sus costados, y Diego se partía la cara arriba del todo.
Cuando lo mejor que le hubiera podido pasar al Mensa era aguantar el resultado hasta el descanso...llegó el mazazo del segundo gol en el tiempo agonizante. Es cierto que este tanto podemos ponerselo en el debe arbitral - ¡que mala actuación la suya! -, al no señalar una mas que posible falta a Fede que termina en un contragolpe con ventaja númerica de los locales. El partido estaba practicamente decidido.
El Mensajero, seguro, segurisimo, terminará por no ser complaciente. El de ayer tiene que reeducar aspectos de competitividad, eficacia y rigor. Dio muchas ventajas. Se ajustaron mal las lineas en posicional, hacia arriba, hacia abajo y...hacia cualquier lado. Las Zocas, por contra, fue compacto, rapido en las transiciones buscando el desequilibrio con los movimientos entre lineas de Cristo Marrero, la perpendicular de Juanjo, el buen hacer de Yoni...y los espacios para correr.
La segunda mitad no podía empezar peor. Otro error en un pase horizontal desde la banda, a la altura del medio campo - ¡joder...que forma parte del catón del fútbol el no dar este tipo de pases si no se tiene la CERTEZA de exito! - propició la recepción del contrario, salida en ventaja de Yoni sobre Orlando, y el tercero en las costillas. Casí se acababa lo que se daba. No obstante, ahí surgió el aspecto mas positivo del Mensajero. Sacó la casta y el orgullo. Patricio de Ara se desgañitaba, ordenaba y reajustaba. Fueron entrando los Alfredo, Óliver y Carlos Tutu. Marcó Rayco de penalty en una jugada en la que el defensa local tenía que haber visto la segunda amarilla.
Con 3-1, diez contra diez...y treinta y cinco minutos de juego ¿que sabe nadie lo que hubiera podido pasar? Aún así, el entrenador varió de dibujo en varias ocasiones en un intento de dinamización del equipo. Pasó del 3-2-3-1 al 3-1-3-2 con variedad de protagonistas, y atacó con vigor, pero sin inquietar en demasía, la verdad. Los locales, presa de esta "performance" mensajerista y del cansancio acumulado, se echaron atrás y...a defender. Eso sí, en el ambiente pululaba la sensación de que si el Mensa "metía" el segundo...los "esfericos" de los presentes locales (jugadores y aficionados) correrían el riesgo de desinflarse. Me gustó el equipo de Ayala, sobre todo en la primera mitad. No me gustó el árbitraje. Pero es que tuvo la virtud de disgustar a los dos contendientes. ¿Y el Mensajero? Partiendo de la consideración que una derrota nunca es buen resultado, de este partido solo se puede concluir que falta perfilar muchos aspectos competitivos, ajustes varios y...algún soplo de calidad. En fin, trabajo, trabajo y, como no...¡MAS TRABAJO!
J.H.
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